Romanos 5:6-11

A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos,
en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. Difícilmente habrá quien muera por un justo,
aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto:
en que cuando todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros.

Y ahora que hemos sido justificados por su sangre,
¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo,
¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados,
seremos salvados por su vida!
Y no solo esto, sino que también nos regocijamos en Dios
por nuestro Señor Jesucristo,
pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación.