DOMINGO 29 ABRIL 2018

2 Samuel 7:27-29

»Señor Todopoderoso, Dios de Israel,
tú le has revelado a tu siervo el propósito de establecerle una dinastía, y por eso tu siervo se ha atrevido a hacerte esta súplica. 
  Señor mi Dios, tú que le has prometido tanta bondad a tu siervo, ¡tú eres Dios,
y tus promesas son fieles! Dígnate entonces bendecir a la familia de tu siervo,de modo que bajo tu protección exista para siempre, pues tú mismo, Señor omnipotente, lo has prometido. Si tú bendices a la dinastía de tu siervo, quedará bendita para siempre».


Mateo 6:5-13

»Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea.

Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto,

te recompensará. Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.
No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.

»Ustedes deben orar así:
»“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros
hemos perdonado a nuestros deudores.
Y no nos dejes caer en tentación,
sino líbranos del maligno”.