Intro

 

Contexto… Capítulo 6

 

1. El Corazón Asustado

Estamos hablando del año 735 AC más o menos. La situación en la que se encuentra Acaz, el rey de Judá es que Asiria es la gran súper potencia del momento, y está con ganas de extender su territorio hacia el sur, a lo que temen no sólo Judá, sino también Siria e Israel (el reino del norte). La idea era que mientras más naciones se aliaran en contra de Asiria mejor… Israel (o Efraín como le llaman en el resto del capítulo) y Siria se había aliado, y quería que Acaz se aliara con ellos, pero a la fuerza. Se había propuesto tomar la ciudad, derrocar a Acáz y poner a su propio rey, al hijo de Tabel (6). Todo eso es lo que nos cuenta el verso 1:

1 Acaz, hijo de Jotán y nieto de Uzías, reinaba en Judá. En ese tiempo Rezín, rey de Siria, y Pecaj hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para atacarla, pero no pudieron conquistarla.

 

Por supuesto, una amenaza así estremece a cualquiera; Una imperio que sabes quieres conquistarte y dos naciones que quieren derrocarte, así reaccionó Acaz cuando lo supo, verso 2:

2 En el palacio de David se recibió la noticia de que Siria se había aliado con Efraín, y se estremeció el corazón de Acaz y el de su pueblo, como se estremecen por el viento los árboles del bosque.

 

Su corazón se estremeció… tembló, se sacudió, como los árboles en un bosque. Así se sintió Acaz… ¿Cómo te sientes cuando llega una mala noticia? Son la una de la mañana y suena el teléfono… ¿Cómo reacciona tu corazón? Estás sentado en la consulta del doctor, escuchando la explicación de los exámenes… no son buenas noticias, ¿Qué está pasando por tu cabeza en ese momento? Hay cambios en la gerencia, están haciendo recortes en la empresa, ¿Qué es lo que siente tu corazón? Esos son los momentos en que nuestra fe es probada, momentos en los que vemos realmente donde está nuestra confianza.

 

2. El Corazón Animado

Acaz tiene la bendición de tener un profeta que ha visto la santidad y la soberanía de Dios. Y Dios mismo envía al profeta a su encuentro para animar su corazón en ese momento difícil. Mira el versos 3 y 4:

 

Dios le dice; ve con tu Hijo al encuentro de Acaz, algo que Dios hace intencionalmente, porque el nombre del hijo de Isaías es Sear Yasube, que significa “Un Remanente Retornará”. La pura presencia del hijo de Isaías era como una promesa… todo será destruido, pero habrá, una esperanza, un renuevo, un remanente del pueblo que se arrepentirá y volverá a la tierra. No sólo eso, el mensaje que le debían dar a Acaz, era que estuviera tranquilo, que no se descorazone, o como dicen otras versiones que no desmaye su corazón.

De hecho le dice que los sirios y los israelitas no lograrían su propósito; no iban a poder tomar la ciudad y derrocarlo.

7 Pero dile además que yo, el SEÑOR omnipotente, digo: »“Eso no se cumplirá ni sucederá

 

Pero escucha como termina el verso 9…

si ustedes no creen en mí, no permanecerán firmes.”»

O literalmente; Si no permanecen firmes en la fe, 

no permanecerán firmes [punto].

 

Este es un serio llamado a confiar plenamente en Dios. ¿Quieres permanecer firme ante todo lo que te está por pasar? ¿Tienes que estar firme en la fe? Al final es un asunto de en qué estamos poniendo la vista. Efectivamente Acaz se está por enfrentar a reyes poderosos como el de Asiria, o naciones que se han unido en su contra… humanamente sus opciones son dos: O me uno a los reyes de Siria e Israel, así no pierdo mi reino y sumamos naciones para enfrentarnos a la súper potencia actual; Asiria. O, algo que suena bastante más sensato; me someto a Asiria, la súper potencia, haber si conservo una buena posición en su imperio. No suena mal, total de ninguna forma vamos a poder resistir… si no puedes contra ellos, úneteles.

 

Pero Dios a través Isaías estaba ofreciendo, una tercera opción:

//No confíes en los hombres, ni en sus ejércitos, confía en Dios//

Yo se que sólo alcanzas a ver es desastre por todos lados, pero, Isaías diría…

Mis ojos han visto al rey, al Señor de los ejércitos, al soberano, sentado en un trono, excelso y sublime. Realmente puedes confiar en lo que está diciendo…

 

¿Te acuerdas de la mala noticia que has recibido, ese llamado a la una de la mañana, esa explicación del doctor? ¿Cuántas veces no te ha dicho Dios cosas como, Apocalipsis 2:10?

“No temas lo que estás por sufrir. Yo te digo que el diablo echará a algunos de ustedes en la cárcel para que sean probados, y tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida.”

 

O cómo 1 Pedro

5 Mediante la fe ustedes son protegidos por el poder de Dios, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. 6 En lo cual ustedes se regocijan grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, sean afligidos con diversas pruebas,

 

Y así un sin fin de promesas en las que Dios no necesariamente promete librarnos de esos momento que estremecen el corazón, pero que sí promete sostenernos. ¿Creemos que Dios puede protegernos durante esos tiempos? La diferencia está en si hemos conocido realmente a Dios, a ese Dios tres veces santo que conoció Isaías…

 

¿Conocemos realmente al Dios de Isaías?

 

Una buena forma de saberlo es si vives cada día con el constante temor de que algo puede pasar, que escapa de tus manos y todo estará perdido. ¿Qué pasa si chocamos? ¿Qué pasa si perdemos la pega? Piensa también en las alternativas que tomas; Tal vez si tuviéramos un mejor seguro, o si pudiéramos aumentar nuestros ahorros. Ahora, escúchenme bien, no tengo nada en contra de los seguros, yo mismo estoy cotizando uno en estos días (así que si tienen un dato me avisan). Pero la pregunta es, cuando ocurra el accidente, ¿voy a estar tranquilo porque mi fe está puesta en el seguro?…

 

3. El Corazón Probado

Lamentablemente Acaz no puso su confianza en Dios. Hasta una señal le ofreció, pero Acaz la rechazó.

10 El SEÑOR se dirigió a Acaz de nuevo: 11 —Pide que el SEÑOR tu Dios te dé una señal, ya sea en lo más profundo de la tierra o en lo más alto del cielo. 12 Pero Acaz respondió: —No pondré a prueba al SEÑOR, ni le pediré nada.

 

Suena muy piadoso… “no pondré a prueba al Señor.” Pero la verdad es que probablemente ya se había inclinado por una de las alternativas anteriores. Había decidido someterse a Asiria. Esto es lo que hizo después

según nos cuenta el libro de 2 Reyes;

7 Acaz envió mensajeros a Tiglat Pileser, rey de Asiria, diciéndole: “Yo soy tu siervo y tu hijo; sube y líbrame de la mano del rey de Aram [de Siria] y de la mano del rey de Israel que se han levantado contra mí.” 8 Acaz tomó la plata y el oro que se hallaba en la casa del Señor y en los tesoros de la casa del rey, y envió un presente al rey de Asiria.

 

De alguna manera se está cumpliendo lo que Dios le dijo a Isaías que pasaría… Él iba a hablar, pero el pueblo no iba a escuchar. Así fue, Isaías habló, pero los oídos de Acaz se cerraron. Lo que llama la atención es que se puede ser o parecer muy piadoso, muy religioso, pero en realidad no tener fe, ¡Acaz hasta cito la Biblia! No pondré a prueba el Señor (Deuteronomio 6:16). Cuánta gente no le encantaría ver una señal del cielo para lo que fuera; “Muéstrame si él es el hombre de mi vida,” “Si ese trabajo es para mí, dame una señal.” etc. Pero no Acáz. Y la razón por la que no quiso la señal es que eso significaría dar a Dios el control, que Él se lleve toda la gloria. Cuando alguien no quiere confiar en Dios, no importa cuantas pruebas les pongas por delante, no estarán dispuesto a someterse a Él. Un amigo alguna vez me contaba de una conversación que tuvo con un escéptico, y mi amigo le contestaba preguntas, una tras otra, hasta que Él le preguntó; “Si yo te contesto todas tus preguntas, ¿Estarías dispuesto a entregar tu vida a Dios?” Y el escéptico muy honesto le dijo que no.

 

4. El Corazón Juzgado… 

Dios de todas maneras iba a dar la señal: Básicamente dos cosas, Primero, Versos 13 al 16, se cumplirá lo que había prometido… en sólo un par de años, en lo que un niño nace y antes de aprender a rechazar lo bueno y elegir lo bueno, la tierra de Siria e Israel desaparecerán, no van a lograr lo que se habían propuesto y serán destruidos por Asiria de todas maneras… Segundo, Asiria mismo, el reino en el que Acaz había puesto su seguridad y confianza, vendría a destruir a Judá… verso 17

17 »El SEÑOR hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la dinastía de tu padre, días como no se conocieron desde que Efraín se separó de Judá, pues hará venir al rey de Asiria

 

El bastón en el que se había apoyado, se quebraría y lo astillaría devuelta… Fue como un ratón pidiéndole ayuda a un gato, para que lo salve de un par de ratas.

De hecho Dios mismo usaría a Asiria para enseñarle a Acaz que le hubiera sido mejor confiar en Él. Dios mismo es quien guiará a Asiria para llevar a cabo sus propósitos. El resto del capítulo describe ese juicio en términos en que Él demuestra su soberanía, Por ejemplo, el verso 18 y 20…

18 En aquel día el SEÑOR llamará con un silbido a la mosca que está en los lejanos ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria… 20 En aquel día, con el rey de Asiria como navaja prestada del otro lado del río Éufrates, el Señor le afeitará a Israel la cabeza y el vello púbico, y también la barba.

 

“El punto de Isaías entonces, es que el pueblo de Dios, no confía en Dios como debiera, y por lo tanto pagan el precio. Pero [un autor nos recuerda] Su gracia tiene la última palabra a favor de su pueblo. La Gracias triunfa por sobre nuestros fracasos.”

Escucha otra vez cuál es la señal que Dios le dio a Acaz, verso 14;

14 Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel.

 

Seguramente a varios les suena conocido este verso. Hace falta haber venido a la iglesia más de alguna navidad para escuchar este verso. Pero antes de saltar a Navidad, esta señal tiene un doble propósito; Se cumple en primera instancia aquí en los días de Acaz, cuando efectivamente Isaías tuvo un hijo, en el capítulo 8,

Entonces el SEÑOR me dijo: «Ponle por nombre Maher Salal Jasbaz.  4 Antes de que el niño aprenda a decir “papá” y “mamá”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.»

 

De nuevo, antes de que él aprenda a decir papá y mamá, Siria e Israel serían derrotados por Asiria. Este niño es primero una señal de salvación para Judá… Esto sigue diciendo el profeta:

9 Escuchen esto, naciones, todas las naciones lejanas:

¡Alcen el grito de guerra, y serán destrozadas!

¡Prepárense para la batalla, y serán despedazadas!

¡Prepárense para la batalla, y serán desmenuzadas!

10 Tracen su estrategia, pero será desbaratada;

propongan su plan, pero no se realizará,

porque Dios está con nosotros. (Emanuel)

 

Efectivamente en un par de años, el 732 AC cayó Siria, y 10 años después cayó Israel. Y en el 701 AC (vamos a ver más adelante) casi cayó Judá… Pero en segunda instancia se cumple definitivamente en Jesús. Esta señal anuncia el nacimiento del rey eterno. Mateo citó estos versos, la profecía de Emanuel para referirse en última instancia nuestra salvación. El nacimiento de Jesús…

“Enfrentamos a enemigos más grandes, hostiles y peligrosos que Siria, Israel [y Asiria]. Enfrentamos el pecado y la muerte…”

Pero podemos decir de manera perfecta, aún en los peores momentos, o los peores fracasos… Dios – está – con – nosotros… La sección entera termina en el capítulo 9 hablando de este mismo niño… de nuevo con palabras que seguro vas a reconocer;

6 Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 7 Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del SEÑOR Todopoderoso.

 

Un precioso recordatorio entonces para el remanente fiel… aquellos que perseveran en la fe, aún durante los tiempos de dificultad y prueba. Hay un rey que es por sobre todo rey, su nombre es Jesús. Isaías vio su gloria, y así como animó el corazón de Acaz, sus palabras deben animar también nuestros corazones, para que cuando sean probado permanezcamos firmes.

 

Una tentación será seguir a la multitud, confiar en lo que la mayoría dice, o en lo que la mayoría hace. “Todos” viven de tal o cual manera. “Nadie” hace esas cosas hoy en día. El problema será cuando “todos” te den la espalda cuando realmente los necesites, o se aprovechen de tu lealtad a ellos, Igual que Asiria con Judá…

Otra tentación será confiar en ti mismo; ese es el gran mensaje del mundo hoy día, y lo cristianizamos diciendo cosas como, “yo voy a estar bien, porque yo voy a la iglesia, porque yo tengo mi familia ordenada, porque yo tengo un buen trabajo, etc… Pero el llamado de Dios es a confiar plenamente en Él… “Si no permanecemos firmes en la fe, no permaneceremos firmes” (7:9b). No importa cuáles sean nuestras estrategias.

 

Fe es mucho más que poder citar unos versículos, de nuevo, hasta Acaz fue capaz de citar la Biblia, pero tener su corazón lejos de Dios. Fe tampoco es un correr a ciegas. Fe es actuar confiando en la Palabra de Dios cada día. Dios es un Dios soberano, que ha prometido, y ha cumplido en Jesús. En Él tenemos todo lo que necesitamos, ¿Creemos eso realmente? Si así fuera, nos atreveríamos mucho más a hablar acerca de Él sin temor a los hombre, al qué dirán. Si creemos realmente en Dios, viviríamos mucho más desprendidos de nuestras posesiones.

24 Por la fe Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado. 26 Consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. 27 Por la fe Moisés salió de Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible.

 

De nuevo, imaginemos una iglesia en la que cada creyente confía plenamente en Dios y hagámoslo realidad