Contexto…
Recordemos que Isaías profetiza principalmente durante los reinado s de Acaz y Ezequías, durante una crisis contra el imperio Asirio, y antes del exilio, exilio que Dios mismo provocó como juicio sobre el pueblo a causa de su rebelión. El capítulo 1 es como una introducción al libro entero, y expuso la naturaleza de ese pecado y rebelión, y cómo es que una ciudad rebelde se vuelve en la ciudad de Dios, fiel y justa… Al final vemos como Dios, maravillosamente por su puro amor incondicional, va a limpiar, perdonar, redimir y purificar a su pueblo rebelde y lo va a restaurar en un pueblo fiel y justo.
Este capítulo va a ser más específico en cuanto a diagnosticar el problema; //Hemos puesto nuestra confianza y esperanza en el lugar equivocado//, y de alguna manera eso seguirá haciendo eco en el resto del libro.
Nuestra Verdadera Esperanza…
Ya había descrito en el capítulo 1 la ciudad que Dios iba a restaurar, una ciudad fiel, maravillosa, justa. Ahora la describe como un monte más alto que los otros montes… mira los versos 2 y 3
2.1 Palabra que Isaías hijo de Amoz recibió en visión
acerca de Judá y Jerusalén:
2 En los últimos días, el monte de la casa del SEÑOR será establecido
como el más alto de los montes;
se alzará por encima de las colinas, y hacia él confluirán todas las naciones.
3 Muchos pueblos vendrán y dirán:
«¡Vengan, subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob!,
para que nos enseñe sus *caminos y andemos por sus sendas.»
Porque de *Sión saldrá la enseñanza, de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
“En los últimos días” dice, el monte del Señor será levantado, y de todas las naciones vendrán a Él. Será como un reconocimiento de que el Dios de Israel, el Dios de las Escrituras es el verdadero Dios y de su instrucción querrán recibir todos… “Vengan, para que Él nos enseñe.” Y eso resultará en paz y bendición, ¿viste el verso 4?
4 Él juzgará entre las naciones y será árbitro de muchos pueblos.
Convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces.
No levantará espada nación contra nación,
y nunca más se adiestrarán para la guerra.
Lo que describe es un completo cambio, de guerra (espadas, lanzas, entrenamiento), a paz y bendición; arados, hoces. Lenguaje de cultivo, y de jardín… como regresar otra vez al Edén, a un lugar como Dios siempre se lo había propuesto desde el principio.
A lo que nos preguntamos, ¿cuándo? Ya lo ha dicho, ¿se fijaron? En los últimos días… verso 2. O “en aquel día” (versos 11 y 17), aún en el capítulo 4, “en aquel día”. La primera impresión que nos queda, es ese día, en el cielo, cuando todo este mundo acabe, ¿cierto? Pero, ¿Viste lo que dice en el verso 2? “En los últimos días… se alzará por encima de las colinas, y hacia él confluirán todas las naciones.” Si estuvieron aquí hace dos semanas se acordarán del Sermón de Christian en Juan 12, cuando Jesús dijo acerca de la Cruz:
32 Pero yo [Jesús], cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
Seguro Jesús tenía en mente esta profecía en Isaías cuando dijo esto, y lo dijo de hecho cuando personas de otras naciones, unos griegos, vinieron a preguntar por Él. La cruz entonces inaugura los últimos días. Jesús es el monte levantado.
Y si otros, de otras partes, han visto esta esperanza y dicen “Vamos…” Vamos al monte (vs. 3), vamos a Jesús… cuánto más el mismo pueblo de Dios debiera ver esa esperanza y venir a Él. Ese es el llamado en el verso 5, escucha…
5 ¡Ven, pueblo de Jacob, y caminemos a la luz del SEÑOR!
Piensa por un segundo cuáles son las cosas en las que realmente pones tu esperanza; ¿Qué esperamos con nuestras acciones y actitudes? Si somos honestos, tenemos que reconocer que lo que esperamos es ser validados, respetados, reconocidos, etc. ¿Cuáles son las esperanzas que dirigen tu vida?
Nuestra Falsa Esperanza…
Lamentablemente hay mucho de nuestro orgullo en nuestras falsas esperanza, y por lo mismo ponemos nuestra esperanza en nosotros mismos, en lo que nosotros podemos lograr o tener. Entonces, así como Dios nos muestra donde debe estar nuestra esperanza, también nos enseña que tenemos falsas esperanzas, y nos humilla…
a. La Falsa Esperanza en la Iglesia
Nos hace un llamado a venir a Dios y a caminar en su luz, a volver a poner nuestra esperanza en Él y lo que Él ha hecho, porque Dios ha abandonado a su pueblo por tener falsas esperanzas. Mira los versos 6 al 8…
6 [lit. for] Has abandonado a tu pueblo,
a los descendientes de Jacob,
porque están llenos de astrólogos de Oriente,
de adivinos como entre los filisteos,
y hacen tratos con extranjeros.
7 Su tierra está llena de oro y plata, y sus tesoros son incalculables.
En su tierra abundan los caballos, y sus carros de guerra son incontables.
8 Su país está lleno de ídolos; el pueblo adora la obra de sus manos,
lo que han hecho con sus propios dedos.
Han puesto su confianza en las mismas cosas en las que confían las demás naciones. De nuevo… está hablando del pueblo de Dios, sus hijos, los descendientes de Jacob. Ellos estaban llenos de filosofías extrañas a la voluntad de Dios, confiando en sus alianzas con ellos, llenos de riquezas, llenos de armamento, llenos de ídolos. Tenían de todo, en abundancia… menos al Señor… Él – ha – abandonado – a Su pueblo. Están llenos de todo, pero al final del día… vs 9;
9 [NBLH] Ha sido humillado el hombre común,
Y ha sido abatido el hombre de importancia;
Pero no los perdones.
Lamentablemente la iglesia hoy en día no está lejos de esta realidad; hemos abandonado las escrituras por filosofías, “más relevantes”, hemos llenado a la iglesia con las definiciones de éxito de aquellos que no conocen a Dios.
Hemos puesto nuestra confianza en los números, nuestra esperanza en las técnicas, en pragmatismos, y en los hombres en lugar de Jesús y su palabra… La iglesia…
b. La Falsa Esperanza en el Mundo
Pero no sólo la iglesia será humillada, el orgullo del mundo entero será derribado… Mira los versos 10 en adelante:
10 ¡Métete en la roca, y escóndete en el polvo
ante el terror del SEÑOR y el esplendor de su majestad!
11 Los ojos del altivo serán humillados
y la arrogancia humana será doblegada.
¡En aquel día sólo el SEÑOR será exaltado!
12 Un día vendrá el SEÑOR *Todopoderoso
contra todos los orgullosos y arrogantes,
contra todos los altaneros, para humillarlos;
Y otra vez dice, en el verso 17…
17 La altivez del hombre será abatida,
y la arrogancia humana será humillada.
En aquel día sólo el SEÑOR será exaltado,
18 y los ídolos desaparecerán por completo.
19 Los hombres se meterán en las cuevas de las rocas, y en las grietas del suelo,
ante el terror del SEÑOR y el esplendor de su majestad,
cuando él se levante para hacer temblar la tierra.
Un día, de nuevo, en aquel día, Vendrá el Señor contra todo, contra todo, contra todo, 10 veces lo dice entre los verso 12 al 16. En Aquel día sólo el Señor será exaltado. Los hombres en cambio se esconderán ante el esplendor de su majestad. Ya no es sólo la iglesia, es el mundo entero, la arrogancia del hombre en general, la que será humillada. Un autor escribe; “Todo en el mundo que se exalte a si mismo en lugar de Dios será derribado cuando venga su reino.”
Efectivamente vemos esta arrogancia en todo aquel que rechaza a Dios pensando que sus ideas y pensamientos son mejores que los de Dios, que nuestras normas humanistas son mas justas que las de aquel que creó al ser humano. El mundo a dejado por completo de lado a Dios, en sus gobiernos, en sus leyes, y en las decisiones más importantes de sus vidas. No metamos a Dios en esto, dicen, porque qué sabe Dios de las necesidades de nuestros tiempos. No sé, dime tú, ¿qué sabes de las necesidades de nuestros tiempo?
Se me hace que Dios siendo eterno, tiene un poquito más de perspectiva, ¿o no? Dios, se encargará de mostrar su gloria y humillar a todo aquel que no la ha reconocido.
c. La Falsa Esperanza en los Ídolos
La iglesia, el mundo y la falsa esperanza en sus dioses falsos, en sus ídolos desaparecerán por completo (18), vs. 20 y 21
20 En aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos,
a sus ídolos de oro y plata que él fabricó para adorarlos.
21 Se meterá en las grutas de las rocas
y en las hendiduras de los peñascos,
ante el terror del SEÑOR y el esplendor de su majestad,
cuando él se levante para hacer temblar la tierra.
Llama la atención como ídolos de oro y plata son arrojados a los topos y murciélagos, de nuevo, ante el terror y esplendor de su majestad. No hay ídolo que se compare a la gloria de Dios, Él es Dios y no hay ningún otro (46:10).
O como dice una canción de “Un Oir” (grupo en el que nuestro propio Panda participó);
Tu no eres como yo…
Tu no eres un pedazo de cemento en la pared
una estatua que no ve
No eres una imagen de cristal que no conoce mi pensar.
Cualquier otra cosa que valoremos más que a Dios, no tiene ningún valor eterno; ni las riquezas, ni el estatus, ni las posesiones, ni las relaciones… todo desaparecerá. por eso la gran exhortación del capítulo en el verso 22, escucha:
22 //¡Dejen de confiar en el hombre//, que es muy poco lo que vale!
¡Su vida es un soplo nada más!
Toda esta sección en Isaías va a seguir describiendo la condición del pueblo, hasta el capítulo 4, y cierra con unos versos que vuelven a describir el futuro glorioso de la iglesia, un pueblo rescatado y limpiado para siempre…
2 Aquel día el Renuevo del Señor será hermoso y lleno de gloria,
y el fruto de la tierra será el orgullo y adorno de los sobrevivientes de Israel.
3 Y acontecerá que el que sea dejado en Sion y el que quede en Jerusalén
será llamado santo: todos los que estén inscritos para vivir en Jerusalén.
4 Cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sion
y haya limpiado la sangre derramada de en medio de Jerusalén
con el espíritu del juicio y el espíritu abrasador,
5 entonces el Señor creará sobre todo lugar del Monte Sion y sobre sus asambleas, una nube durante el día, o sea humo, y un resplandor de llamas de fuego por la noche; porque sobre toda la gloria habrá un dosel.
6 Será un cobertizo para dar sombra contra el calor del día,
y refugio y protección contra la tormenta y la lluvia.
Aquí el lenguaje es como el de Éxodo, algunos se acordarán, el pueblo con Moisés en el desierto, y la presencia de Dios manifestada en una columna de fuego por la noche y una columna de humo durante el día. Sea como sea, será hermoso y lleno de gloria… y seremos llamados santos.
Entonces ante tanta falsa esperanza, Isaías quiere que no perdamos de vista hacia donde vamos, qué es lo que Dios está haciendo, que claro, va a humillar la falsa esperanza de la iglesia, la arrogancia del mundo entero y sus ídolos, y ya lo está haciendo. Ya ha exaltado a Jesús por sobre todo como Señor, pero no sin antes haberse Él mismo humillado…
5 Haya, [pues], en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
¿Qué pasó aquí? Jesús tomó en sí mismo la humillación de Dios, y de esa forma salva a su pueblo, a la iglesia de esta humillación. Que efectivamente murió en la cruz por todos los que sí pusieron su confianza y esperanza en Él, y no en sí mismos o las cosas de este mundo…
Por eso, verso 9
9 Por eso Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
El mundo entero un día doblará sus rodillas ante Jesús y reconocerán que Él es señor, lamentablemente no para su salvación, sino para la humillación de toda arrogancia en este mundo y para la gloria de Dios Padre.
Conclusión
El llamado de Isaías entonces todavía es relevante. Este mensaje de esperanza, nos anima y nos llama a llevar una vida de humildad delante de Dios y de este mundo. Cada día debemos hacernos la pregunta; ¿Cuál es mi esperanza? ¿Acaso es la falsa esperanza en las cosas de este mundo? ¿o es lo que Dios está haciendo en mi vida y en la iglesia a través de Cristo?
¿Ser YO reconocido y respetado, o que el Señor sólo sea exaltado? Si es así mientras más ponemos nuestra confianza en Dios, Él es cada vez más glorificado.
5 ¡Ven, [iglesia], y caminemos a la luz del SEÑOR!