Libro Recomendado

Queridos hermanos,

Les escribimos para recomendarles un excelente libro que acaba de ser publicado que se llama “El enrejado y la vid” escrito por Colin Marshall y Tony Payne. Este libro habla de la importancia de la centralidad del Evangelio en la vida de la iglesia y lo vital que es descubrir lo esencial y de lo secundario en toda congregación.

Es un excelente libro para ser leído tanto en forma personal como en grupos de reflexión. También, puede ser un excelente libro para llevar a las vacaciones que se aproximan o si deseas hacer un buen regalo de navidad a otro cristiano.  El valor del libro es de sólo $ 5.000.-.  Esperamos sus pedidos hasta el 5 de diciembre.

Si estás interesado por favor escribe un e-mail donde tú nombre y la cantidad de libros que requieres, a la siguiente dirección:   libro@iglesiaprovidencia.cl Ya que haremos el pedido al extranjero de acuerdo al número de personas que se inscriban.

Les comentamos lo que escribió el pastor Mark Dever de la iglesia Bautista Capitol Hill, en Washington, DC:

“Lo que Colin y Tony describen aquí es precisamente lo que por años he tratado de hacer en mi propia vida y en nuestra congregación. Según este libro, los cristianos deben ser discípulos que hagan discípulos y la misión de los pastores es prepararlos para lograrlo. ¡Magnífico! Está viene escrito, se usan excelentes ejemplos y contiene muchos consejos prácticos, pero lo más importante es que está lleno de sabiduría bíblica, pues al elaborarlo los autores prestaron mucha atención a los que dice la Biblia. Entre los libros que he leído, éste es que más nos dirige hacia la verdadera naturaleza del ministerio pastoral”

31 de Octubre Día de la Reforma

Cada 31 de octubre la iglesia protestante conmemora el día en que en 1517 Martin Lutero colocó su 95 tesis en la puerta de la Catedral de Wittenberg, ese día es tomado como el comienzo de la reforma protestante, donde se reafirma que la palabra de Dios es el punto de partida y la autoridad final de la iglesia y de toda teología. Un buen resumen del anhelo de Martin Lutero lo vemos en esta oración que él hizo:
Señor Dios, Tú me has puesto en tarea de dirigir y pastorear la Iglesia. Tú ves cuán inepto soy para cumplir tan grande y difícil misión, y si yo lo hubiese intentado sin contar contigo, desde luego lo habría echado todo a perder. Por eso clamo a Ti. Gustoso quisiera ofrecer mi boca y disponer mi corazón para este menester. Deseo enseñar al pueblo, pero también quiero por mi parte aprender yo mismo continuamente y manejar Tu Palabra, habiéndola meditado con diligencia. Como instrumento Tuyo utilízame. Amado Señor, no me abandones en modo alguno, pues donde yo estuviera solo, fácilmente lo echaría todo a perder. Amén.
Este fue el comienzo de una gran reforma en la iglesia cristiana que cambio la historia del mundo occidental.
Martin Lutero fue un moje agustino y profesor universitario de teología. Escribió las 95 tesis en latín, con la intensión de generar un debate universitario acerca del abuso que la Iglesia Católica estaba haciendo con la venta de indulgencias. Nadie llegó al debate. Sin embargo, copias traducidas de estas 95 tesis fueron distribuidas por toda Europa, causando inmediata controversia.
Las tesis de Lutero no constituían un documento de reforma doctrinal de la Iglesia. Su objetivo era exponer el riesgo que el uso inadecuado de las indulgencias generaba. Lutero consideraba que éstas eran peligrosas  particularmente porque debilitaban la necesidad del arrepentimiento para recibir el perdón de pecados. No obstante, Lutero fue acusado de hereje.
Durante el tiempo anterior a su juicio, Lutero se involucró en una serie de debates que le obligaron a examinar su posición respecto al tema y a cuestionar el verdadero trasfondo de la problemática a la luz de la Biblia. Fue entonces que comprendió que la justicia de Dios era la manera en que Él había actuado para rescatar a pecadores y que la única manera de ser hechos justos delante del Dios santo era por fe en el sacrificio de Cristo en la cruz: “Pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: ‘Más el justo por la fe vivirá’” (Romanos 1:17). A partir de este momento, su predicación y publicaciones cobraron un tinte doctrinario: “sólo la Biblia” es la única fuente de autoridad para la enseñanza en la Iglesia;  “sólo la Fe” como requisito para la justificación ante Dios; y “sólo Cristo” es la Cabeza de la Iglesia. De esta manera, cuando en enero de 1521 Lutero es enjuiciado públicamente ante la Dieta de Worms y se le ordena retractarse de sus dichos, su respuesta fue negativa: no podía retractarse ni lo haría, pues su conciencia estaba sujeta a la Palabra de Dios.
Este 31 de octubre celebramos el Día de la Reforma Protestante, dando gloria a Dios y recordando cómo hace cinco siglos el Señor actuó en la conciencia de un monje para recordarnos la importancia de volver siempre a Su Palabra como fuente suficiente de la verdad, verdad que nos habla las maravillas del evangelio: que Dios salva a miserables pecadores como nosotros, no por nuestra justicia o nuestros méritos, sino por fe en la justicia y en los méritos de Cristo.

Congreso de Jóvenes

Por Antonia Palacios

Desde el 9 al 11 de octubre se realizó en la ciudad de Temuco el Congreso anual de Jóvenes Anglicanos, nueve de nuestros jóvenes, tres de 4.20 y seis de delta media pudieron asistir, y tuvieron la oportunidad de conocer y compartir con otros jóvenes de todo Chile, además de aprender de la Palabra. Durante estos tres días se realizaron talleres y actividades con pastores y jóvenes organizadores de distintas iglesias que se esforzaron desmedidamente para preparar un Congreso lleno de sorpresas y rebosante de Dios. No termina ahí; al último día, como cierre, los 330 jóvenes salimos en una marcha por las calles de Temuco, llegando hasta la plaza para tener ahí una última plenaria, y que más personas de toda la ciudad pudieran escuchar de la gloria de Dios. Sólo podemos dar gracias a nuestro Señor por el tiempo compartido con otros hermanos, todo el aprendizaje y las oportunidades que nos da para gozarnos en Él.